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Rafaela, lunes 25 de noviembre de 2013
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CONTINÚA LA LUCHA POR ERRADICAR LA VIOLENCIA DE
GÉNERO
Se
exige un cambio en el mundo para suprimir este delito de la sociedad.
La violencia de
género es una violación a los derechos humanos, un flagelo que se ha convertido
en un fenómeno de carácter global.
En nuestro país existe un elevado número de casos de violencia sexista. Algunos de los que ayudaron a que se visibilice esta problemática fueron: en 1996, Fabián Tablado apuñaló a su pareja 113 veces; en 2003, la bailarina Lorena Paranyez fue quemada con ácido muriático por su ex pareja; en 2010, Wanda Taddei fue incinerada por su esposo, Eduardo Vásquez, ex baterista de la banda de rock Callejeros. Son sólo tres ejemplos, que se caracterizaron por la alta exposición mediática.
La Asociación Civil La Casa del Encuentro elaboró una compilación de investigaciones en el libro: "Por ellas...5 años de Informes de Femicidios del Observatorio de Femicidios en Argentina", de Adriana Marisel Zambrano, en el cual se establece que “cada treinta y cinco horas una mujer es asesinada en el marco de esta problemática social”[i]. Datos pertenecientes a dicho Observatorio estipulan que “en 2008, hubo 208 víctimas de violencia sexista; en 2009 se contabilizaron 231; en el año 2010, 260; en 2011, 282; en 2012, 255; por ende desde el 2008, se registraron 1236 casos de víctimas afectadas por este flagelo. Sumado a esto se registró también que en los primeros nueve meses de este año hubo 209 Femicidios”.[ii]
Según David Smith (Director del Centro de Información de las Naciones Unidas para Argentina y Uruguay) “el predominio constante de la violencia contra la mujer es una demostración de que los Estados todavía no han encarado el problema del compromiso político, la visibilidad y los recursos necesarios para poner fin a este flagelo” (2006).[iii]
Frente a la situación de la violencia de género, un estudio de la CEPAL, afirma que: “para erradicarla, es imprescindible que ésta se convierta en un objetivo central de las agendas públicas: primero, como una violación de los derechos humanos, segundo porque la violencia de género es un obstáculo para el desarrollo de los países y, por último, porque es un asunto clave para la democracia y la gobernabilidad democrática. En ese sentido, la eliminación de la violencia contra las mujeres se asienta sobre tres pilares: la protección jurídica, las políticas públicas y una cultura de respeto sin discriminación. En definitiva, la violencia contra las mujeres requiere del funcionamiento del Estado de derecho y de derechos”. [iv]
A los fines de luchar contra este delito, desde el Estado argentino se tomaron algunas medidas, como por ejemplo la ley 26.485, que se sancionó en marzo de 2009 y que dispuso mecanismos de protección integral para prevenir, sancionar, y erradicar la violencia contra las mujeres; que a su vez, contribuyó a que se pueda avanzar judicialmente en la penalización del delito que hasta entonces estaba vacío de contenido en materia judicial. Además, según el informe “Buenas prácticas en la comunicación pública” elaborado por el INADI el Estado también garantizó a mujeres y niñas una asistencia integral, gratuita y accesible, con el fin de proteger sus derechos.[v]
También existen iniciativas privadas de lucha contra esta problemática social, llevadas adelante por profesionales capacitados, instituciones y organizaciones, que aportan su trabajo para dar contención y respuesta a las personas que sufren la violencia de género y a su entorno.
Es indispensable, que “el Estado en todos sus niveles (nacional, provincial y municipal) esté a la altura de las circunstancias, respecto de campañas y programas de asistencia a las víctimas y que la justicia actúe coherente a los tiempos y sentencie acorde a la gravedad de las circunstancias, algo que muchas veces no sucede”; también, que “se trabaje de manera consensuada y coordinada entre organismos nacionales, provinciales y municipales encargados de implementar estos programas de forma rápida y efectiva, modificando instituciones, procedimientos y medidas preventivas a los fines de revertir este fenómeno que es un asunto de salud pública y de política de estado”, tal como lo expresa Daniela Scotto D´Abusco, profesora investigadora del Instituto de Ciencias Sociales de UADE.
Además, Pedro Mouratiani Interventor de INADI afirmó que “sería importante fomentar desde los medios de comunicación un cambio fundamental en el tratamiento de la feminidad ya que si se presenta a la mujer disminuida en su capacidad intelectual, como un estereotipo consumista o como objeto sexual, fomenta la discriminación y la violencia”. Si bien existe la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (26522) que contempla la problemática de la violencia hacia la mujer y quiere promover desde el respeto a la Ley 26485; aún se manifiestan ejemplos negativos en los medios. Es por esto que “un compromiso y tratamiento adecuado de esta temática delicada podría ser considerado un avance”, establece el Interventor.
En nuestro país existe un elevado número de casos de violencia sexista. Algunos de los que ayudaron a que se visibilice esta problemática fueron: en 1996, Fabián Tablado apuñaló a su pareja 113 veces; en 2003, la bailarina Lorena Paranyez fue quemada con ácido muriático por su ex pareja; en 2010, Wanda Taddei fue incinerada por su esposo, Eduardo Vásquez, ex baterista de la banda de rock Callejeros. Son sólo tres ejemplos, que se caracterizaron por la alta exposición mediática.
La Asociación Civil La Casa del Encuentro elaboró una compilación de investigaciones en el libro: "Por ellas...5 años de Informes de Femicidios del Observatorio de Femicidios en Argentina", de Adriana Marisel Zambrano, en el cual se establece que “cada treinta y cinco horas una mujer es asesinada en el marco de esta problemática social”[i]. Datos pertenecientes a dicho Observatorio estipulan que “en 2008, hubo 208 víctimas de violencia sexista; en 2009 se contabilizaron 231; en el año 2010, 260; en 2011, 282; en 2012, 255; por ende desde el 2008, se registraron 1236 casos de víctimas afectadas por este flagelo. Sumado a esto se registró también que en los primeros nueve meses de este año hubo 209 Femicidios”.[ii]
Según David Smith (Director del Centro de Información de las Naciones Unidas para Argentina y Uruguay) “el predominio constante de la violencia contra la mujer es una demostración de que los Estados todavía no han encarado el problema del compromiso político, la visibilidad y los recursos necesarios para poner fin a este flagelo” (2006).[iii]
Frente a la situación de la violencia de género, un estudio de la CEPAL, afirma que: “para erradicarla, es imprescindible que ésta se convierta en un objetivo central de las agendas públicas: primero, como una violación de los derechos humanos, segundo porque la violencia de género es un obstáculo para el desarrollo de los países y, por último, porque es un asunto clave para la democracia y la gobernabilidad democrática. En ese sentido, la eliminación de la violencia contra las mujeres se asienta sobre tres pilares: la protección jurídica, las políticas públicas y una cultura de respeto sin discriminación. En definitiva, la violencia contra las mujeres requiere del funcionamiento del Estado de derecho y de derechos”. [iv]
A los fines de luchar contra este delito, desde el Estado argentino se tomaron algunas medidas, como por ejemplo la ley 26.485, que se sancionó en marzo de 2009 y que dispuso mecanismos de protección integral para prevenir, sancionar, y erradicar la violencia contra las mujeres; que a su vez, contribuyó a que se pueda avanzar judicialmente en la penalización del delito que hasta entonces estaba vacío de contenido en materia judicial. Además, según el informe “Buenas prácticas en la comunicación pública” elaborado por el INADI el Estado también garantizó a mujeres y niñas una asistencia integral, gratuita y accesible, con el fin de proteger sus derechos.[v]
También existen iniciativas privadas de lucha contra esta problemática social, llevadas adelante por profesionales capacitados, instituciones y organizaciones, que aportan su trabajo para dar contención y respuesta a las personas que sufren la violencia de género y a su entorno.
Es indispensable, que “el Estado en todos sus niveles (nacional, provincial y municipal) esté a la altura de las circunstancias, respecto de campañas y programas de asistencia a las víctimas y que la justicia actúe coherente a los tiempos y sentencie acorde a la gravedad de las circunstancias, algo que muchas veces no sucede”; también, que “se trabaje de manera consensuada y coordinada entre organismos nacionales, provinciales y municipales encargados de implementar estos programas de forma rápida y efectiva, modificando instituciones, procedimientos y medidas preventivas a los fines de revertir este fenómeno que es un asunto de salud pública y de política de estado”, tal como lo expresa Daniela Scotto D´Abusco, profesora investigadora del Instituto de Ciencias Sociales de UADE.
Además, Pedro Mouratiani Interventor de INADI afirmó que “sería importante fomentar desde los medios de comunicación un cambio fundamental en el tratamiento de la feminidad ya que si se presenta a la mujer disminuida en su capacidad intelectual, como un estereotipo consumista o como objeto sexual, fomenta la discriminación y la violencia”. Si bien existe la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (26522) que contempla la problemática de la violencia hacia la mujer y quiere promover desde el respeto a la Ley 26485; aún se manifiestan ejemplos negativos en los medios. Es por esto que “un compromiso y tratamiento adecuado de esta temática delicada podría ser considerado un avance”, establece el Interventor.
Para erradicar la
violencia de género se debería seguir trabajando tanto desde los medios
de comunicación como desde las diversas entidades con el fin de lograr una
mayor concientización acerca de la gravedad del problema, en todos los sectores
de la población. Así como también se deberían desarrollar más instancias de asistencia, prevención, investigaciones,
estudios, programas, proyectos, cursos de capacitación y propuestas de
incidencia en políticas públicas y otras actividades, que tiendan a
garantizar la igualdad de derechos, oportunidades y trato para mujeres y
varones.
[iv]
“¡Ni una más! Del dicho al hecho: ¿Cuánto falta por recorrer? Únete para poner
fin a la violencia contra las mujeres”. CEPAL, Octubre 2009 http://www.eclac.cl/mujer/noticias/noticias/2/37892/Niunamas2009.pdf