¿Qué es la violencia de género?
La violencia de género es un tipo de violencia física o psicológica ejercida de un sexo hacia otro. La noción, por lo general, se refiere a violencia contra la mujer (es decir, los casos en los que la víctima pertenece al género femenino). En este sentido, también se utilizan las nociones de violencia doméstica, violencia de pareja y violencia machista.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Nota de Opinión

Un mal que preocupa.
LA VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES EN ARGENTINA.
Digámosle NO al maltrato.

Resulta habitual ver, leer o escuchar en los medios de comunicación, noticias sobre casos de violencia contra la mujer.

En 2008, las comisarías de la mujer y la familia de Buenos Aires recibieron más de 60.000 denuncias por violencia de género; en años anteriores, las mismas no llegaban a 20.000 según lo que indican los relevamientos realizados por la OMS (Organización Mundial de la Salud). En el 2011, se mostró un crecimiento del  8% respecto a 2010 y un 18% en relación al 2009. Mientras que en el 2012, las cifras bajaron un 10%.

Una de las leyes que se promulgaron para acabar con el maltrato femenino fue la N° 26485 que fue sancionada el 11 de marzo de 2009 y reglamentada en el 2010. 
Establece la “protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales”.

El artículo 9 de la C.N. dice que se debe “elaborar, implementar y monitorear un plan nacional de acción para la prevención, asistencia y erradicación de la violencia contra las mujeres” y “articular y coordinar las acciones para el cumplimiento de la norma, con las distintas áreas involucradas a nivel nacional, provincial y municipal, y con los ámbitos universitarios, sindicales, empresariales, religiosos, las organizaciones de defensa de los derechos de las mujeres y otras de la sociedad civil con competencia en la materia”. Entonces, ¿este plan no debería estar en funcionamiento hace tiempo ya? ¿Qué es lo que impide que se lleve a cabo?

La investigación realizada por el observatorio de femicidios de La Casa del Encuentro en el 2011, reveló que cada 37 horas es asesinada una mujer en Argentina. Se registró un aumento del 8% respecto a los casos sucedidos en el 2010, según el registro de la ONG.

A partir del caso de Wanda Taddei, la violencia contra las mujeres aumentó enormemente. Así lo indican los relevamientos hechos por la Asociación Civil señalada anteriormente. Wanda murió el 10 de febrero del 2010 como consecuencia de tener un 60% de quemaduras en su cuerpo, producidas durante una discusión mantenida con su esposo. Si bien él negó haber sido el culpable, actualmente cumple una condena de 18 años de prisión. 

Luego de la muerte de Taddei y hasta el 2013, en Argentina, se han denunciado 132 casos de mujeres quemadas, de los cuales el 50% fueron mortales, según el informe realizado por la OMS.

El gobierno no accionó para evitar que sigan realizándose hechos de femicidio, y esto da cuenta del por qué los casos siguieron aumentando: Fátima Catán, de 24 años, fue quemada por su pareja a mediados del 2010. Norma Rivas, de 22, también fue quemada, su esposo la roció con nafta y prendió fuego. Alejandra Céspedes, de 27, apareció quemada en su casa ese mismo año. Sabrina Cennamo fue encontrada meses después, incinerada y degollada. 
Lidia Valiente fue asesinada también, su cuerpo fue encontrado calcinado. Betiana Chávez, de 20 años, murió en un hospital de Neuquén después de haber sufrido quemaduras en el 85% de su cuerpo. Abundan casos como estos en los registros de la Asociación Argentina de Prevención de la Violencia Familiar.

En varios casos, el femicidio es llevado a cabo por los novios de las víctimas, amantes, parejas, ex parejas. ¿Por qué sucede esto? ¿Cuáles son los detonantes de esta problemática? 

Desde la proclamación de los Derechos Humanos en 1948 hasta la actualidad, se lograron derechos, convenciones, protocolos y garantías para la mujer, y los principales responsables de respetarlos y hacer que se respeten son los Estados.

Sin embargo, cotidianamente se siguen realizando actos de violencia contra el género femenino…

La mayoría de las que sufren este tipo de daños prefieren callar, en vez de denunciar;  sufrir por miedo a que el perjuicio sea mayor, o perdonar confiando en que el problema se va a solucionar. Según datos relevados por varias Organizaciones No Gubernamentales, como por ejemplo La Casa del Encuentro, Proyecto Pura Vida, Mujeres que cambian el Mundo, entre otras.

En el caso de que se esté conviviendo con una persona violenta, la Asociación Civil La Casa del Encuentro sugiere a las víctimas, tomar distancia, alejarse, no temer, dejar de callar y contarle a algún ser querido lo que está sucediendo, tener la voluntad y la fuerza para abandonar el lugar, denunciar lo sucedido y cambiar de vida.

Se necesita un cambio rotundo en las costumbres, los valores, las normas de seguridad y de convivencia, además de las leyes ya establecidas, para que la violencia de género femenino se termine por completo.

La justicia debería actuar en forma rápida, precisa;  para que todas las mujeres puedan tener una vida sin violencia.

El cambio está en cada persona, en empezar por uno mismo, en inculcarle a hijos, familiares, amigos y alumnos,  hábitos, normas y valores igualitarios.

LARA CASTAGNO.




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