LA INCESANTE LUCHA FEMENINA CONTRA LA
VIOLENCIA.
En el 2008, 207 mujeres fueron víctimas del maltrato al
género, en 2009, 231; en 2010, 260; en 2011, 286 y en 2012, 255 ¿Cuánto más
habrá que esperar para que los casos de femicidios sean abolidos?
De acuerdo
con el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, en el marco de
la convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (también conocida por sus
sigla en inglés CEDAW), la violencia de género se define como “todo tipo de
violencia física o psicológica ejercida contra cualquier persona sobre la base
de su sexo o género que impacta de manera negativa su identidad y bienestar
social, físico y/o psicológico. Ésta presenta distintas manifestaciones e
incluye actos que causan sufrimiento o daño, amenazas, coerción u otra
privación de libertades”.
(Declaración
Sobre La Eliminación De La Violencia Contra La Mujer, 20
de diciembre de 1993, art. 1 y 2)
Desde hace décadas, a través de los organismos de defensa
de los derechos humanos se repudia este flagelo social y se trabaja de manera
articulada entre las esferas pública y privada para su efectiva eliminación.
Cronología de una lucha global que no cesa
En
1975 se realizó la Conferencia Internacional sobre las Mujeres de la ONU, donde
se comenzó a hablar de la violencia contra ellas.
Unos años más tarde, específicamente el 18 de diciembre de 1979, la Asamblea General de la ONU aprobó la convención para la eliminación de todas las formas de discriminación contra el género el 18 de diciembre de 1979. La misma establece “la prohibición de todas las formas de discriminación contra la mujer y dispone las medidas que deben ser adoptadas para asegurar que, en todo el mundo, las mujeres puedan gozar plenamente de todos sus derechos”.
(Convención
sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer,
art. 1)
Al año siguiente en Copenhague, se realizó la Segunda
Conferencia, en la cual se afirmó que este tipo de violencia, va en contra de
la dignidad humana y no favorece la igualdad.
En la década del 80, mujeres de todas partes del mundo
que habían sufrido daños físicos o psicológicos por parte de hombres, realizaron
denuncias, movilizaciones y proyectos para que los Estados de diferentes
países, reconozcan el daño ocasionado al género femenino y accionen para
erradicarlo.
La Tercera Conferencia Mundial organizada por la ONU, se
llevó a cabo en Nairobi en 1985. Allí se aprobó el documento “Estrategias de
Nairobi orientadas hacia el futuro para el adelanto de la mujer”, que sirvió de
referencia para determinar que la extorsión contra el género, es uno de los
obstáculos más importantes para lograr, además de la igualdad, el desarrollo y
la paz.
En la
década de los ´90, las Organizaciones Internacionales de Derechos Humanos (ONU
y OEA) agregaron en sus tratados documentos sobre los derechos femeninos. Por
ejemplo: la convención sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación contra la mujer, conocida como “Cedaw” y la convención
interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la
misma, denominada “Convención de Belém do Pará”. También añadieron el
“protocolo facultativo de la convención sobre la eliminación de todas las
formas de discriminación”. En estos tratados, se asegura la protección contra
la violencia y se promueven acciones para garantizar justicia.
Con motivo de celebrarse la Segunda Conferencia Mundial Sobre Los Derechos Humanos en la ciudad de Viena, en 1993, representantes de 171 Estados adoptaron por consenso la Declaración y el Programa de Acción planteado por la ONU. De esta forma, se presentó a la comunidad internacional un plan común para fortalecer la labor en pro de los derechos humanos en todo el mundo.
(http://www.un.org/es/development/devagenda/humanrights.shtml,
fecha de consulta 30/10/2013)
Exhibieron a todos los presentes que participaron de la
conferencia, casi medio millón de firmas de 128 países reclamando que se
reconociese a la violencia contra la mujer como un atentado a los derechos
humanos y organizaron un tribunal ante el cual se presentaron señoras para
testimoniar, casos de violencia, de todas partes del mundo.
Además, se acordó que los derechos femeninos son "una parte inalienable,
integral e indivisible de los derechos humanos universales".
En
diciembre de ese mismo año, la Asamblea General de las Naciones Unidas se
reunió para establecer la declaración sobre la eliminación de la violencia
contra la mujer. En dicho reconocimiento se les pidió a los gobiernos que
tomaran medidas para erradicarla.
Un año después, la Comisión de Derechos Humanos, examinó las causas y consecuencias que acarreaba la inequidad contra el género femenino, así como también dio recomendaciones para que se suprimiera en todo el mundo.
En la Cuarta Conferencia Mundial, en 1995, se elaboraron medidas para que los Estados y las comunidades pudieran controlar la problemática. El secretario general de las Naciones Unidas, Boutros Ghali, manifestó que la violencia contra la mujer era una problemática universal y que además, de acuerdo a estudios realizados en 10 países, en el hogar estaba aumentando ya que entre un 17% y un 38% de señoras, habían sido víctimas de agresiones físicas por parte de sus parejas.
En Argentina
Según la información recopilada por la asociación civil
La Casa del Encuentro, (fundada el 4 de octubre del año 2003 por Ada Beatriz
Rico con el fin de diseñar un proyecto feminista por los derechos humanos de
todas las mujeres y cuya misión es erradicar toda forma de violencia, abuso y
discriminación hacia las mismas) las protestas de mujeres realizadas a lo largo
de los años en el país, se ejecutaron para reclamar en contra de las agresiones
que sufrían en la vida cotidiana: humillaciones, calumnias, insultos, abusos,
entre otros. La exigencia: que el Estado brindara servicios, y cambiara la ley
para anular el daño sufrido en las relaciones familiares.
Como consecuencia de estos reclamos, surgieron las
comisarías de la mujer y además, el Congreso de la Nación Argentino sancionó y
promulgó, en diciembre de 1994, la Ley N° 24.417 de Protección Contra la
Violencia Familiar. La misma fue reglamentada por el decreto 235, el 7 de marzo
de 1996.
Según relevó la Asociación Civil La Casa del Encuentro, en nuestro país, los casos de víctimas
femeninas terminados en muerte han aumentado y más de la mitad de los
homicidios fueron cometidos por novios, familiares, esposos o ex parejas.
La entidad señaló que los asesinatos de mujeres en el
2008: fueron 207. En el 2009, 231, en 2010, 260, en 2011 al menos 286 y en
2012, 255.
En 2008, las comisarías de la mujer y la familia de
Buenos Aires recibieron más de 60.000 denuncias por maltrato al género; un
aumento significativo respecto a años anteriores, cuando las mismas no llegaban
a las 20.000.
En 2009, se sancionó la Ley 26.485 de protección integral
para prevenir, sancionar y erradicar el daño contra las mujeres, y fue
reglamentada en 2010. Establece en su artículo 9 que: “el Consejo Nacional de
las Mujeres (CNM) debe elaborar, implementar y monitorear un plan nacional de
acción para la prevención, asistencia y erradicación de la violencia contra las
mujeres” y “articular y coordinar las acciones para el cumplimiento de la
norma, con las distintas áreas involucradas a nivel nacional, provincial y
municipal, y con los ámbitos universitarios, sindicales, empresariales,
religiosos, las organizaciones de defensa de los derechos de las mujeres y
otras de la sociedad civil con competencia en la materia”, entre otras
cuestiones.
El Observatorio de Femicidios en Argentina de la Sociedad
Civil Adriana Marisel Zambrano, investigó cuáles fueron las provincias más
afectadas por esta problemática: Buenos Aires, luego Santa Fe, Córdoba, Salta,
Misiones, Santiago del Estero y Mendoza. En San Luis no se registraron casos.
Las asociaciones cuyo objetivo es defender los derechos
femeninos, como por ejemplo: Fundación Alicia Moreau de Justo, Fundación
Mujeres en Igualdad (MEI), Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer
(FEIM), Fundación Lugar de Mujer, Fundación Paz por la No Violencia Familiar,
Asociación Civil la Casa del Encuentro, Asociación Argentina de Educadoras
Sexuales (AAES), afirman que más del 90% de los casos de violencia que padecen
las mujeres en sus familias, afectan su salud física y psicológica; también
producen la pérdida de su capacidad de independencia.
Algunos casos involucran amenazas de muerte para ellas o
algún miembro de su familia.
Si bien entre el 2008 y 2011 el número de víctimas de
violencia contra el género femenino aumentaron, merece destacarse que en el
2012 se registró una baja de un 10%.
Posiblemente, las mujeres a través de sus
manifestaciones, con las comisarías, las asociaciones, y las redes de
información, de ayuda, de apoyo, de contactos y solidaridad alrededor del
mundo, hicieron posible esta reducción.
También vale destacar el papel importante que cumplió la
ONU a lo largo de los años ya que gracias a su intervención se aprobaron
documentos, derechos, tratados, declaraciones, planes, medidas, para que las
mujeres sean valoradas y respetadas y para que se les reconocieran sus derechos,
en condiciones de igualdad.
La lucha internacional y su correlato en el país no se
detienen. De manera activa las sociedades continúan repudiando los hechos de
violencia en todas sus manifestaciones.
Cabe esperar entonces que en el año 2013 las cifras de
femicidios continúen en descenso, y se
sume así un hito fundamental en el
camino hacia la desaparición definitiva de este flagelo en el mundo.
LARA CASTAGNO.
RESEÑA BIBLIOGRÁFICA
- es.wikipedia.org
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